La adopción de embriones, también conocida como embrioadopción o donación de embriones, es un tratamiento de reproducción asistida que permite a una pareja o mujer gestar un hijo a partir de embriones donados por otra pareja que se ha sometido a fecundación in vitro (FIV).
¿En qué consiste el proceso?
- Donación de embriones: Las parejas que se someten a FIV a veces obtienen más embriones de los que necesitan para su propio embarazo. Estos embriones excedentes pueden ser donados para su adopción.
- Selección de embriones: Los futuros padres adoptivos seleccionan embriones de un banco de embriones donados. La selección se basa en factores como la edad y el estado de salud de los donantes, el aspecto de los embriones y las preferencias de los futuros padres.
- Preparación del útero: La futura madre adoptiva se somete a un ciclo de preparación del útero similar al que se utiliza en la FIV con óvulos propios. Esto implica tomar medicamentos hormonales para preparar el revestimiento uterino para la implantación del embrión.
- Transferencia de embriones: Los embriones seleccionados se descongelan y se transfieren al útero de la futura madre adoptiva.
- Embarazo y parto: Si la transferencia de embriones tiene éxito, la futura madre adoptiva quedará embarazada y llevará el embarazo a término como lo haría con cualquier otro embarazo.
¿Quién puede adoptar embriones?
La adopción de embriones está disponible para parejas heterosexuales infértiles, mujeres solteras infértiles y parejas del mismo sexo. En algunos países, existen requisitos específicos de edad, estado civil y salud para poder adoptar embriones.
¿Cuáles son las ventajas de la adopción de embriones?
- Ofrece una oportunidad para tener hijos a parejas o mujeres infértiles que no pueden concebir por sí mismas.
- Es una opción más económica que la FIV con óvulos o espermatozoides donados.
- Es un proceso relativamente rápido.
- Es una forma de dar un hogar a embriones que de otro modo podrían ser destruidos.
¿Cuáles son las desventajas de la adopción de embriones?
- Los futuros padres adoptivos no conocerán la identidad genética de sus hijos.
- Existe la posibilidad de que la transferencia de embriones no tenga éxito.
- El proceso puede ser emocionalmente difícil para algunos.